Las botellas de gaseosa se llenan de esta bebida a presión, y luego son cerradas para que no pierdan esa presión que hace que el gas se quede disuelto dentro del líquido. Pero cuando la presión cambia, al abrir la tapa, el gas tiende a liberarse de su líquido captor.
El dióxido de carbono presente en las gaseosas, tiende a liberarse en temperatura ambiente, y más a medida que la temperatura sube. Pero con el frío se vuelve a disolver en el líquido, y permanece más tiempo allí sin liberarse, por lo que el secreto para que una gaseosa no pierda el gas es mantenerla bien fría.
Muy bien!, era lo que necesitabamos, podras explicarlo en clase?
ResponderEliminarsaludos
Vero y Martin